

Elegante, refinada y rica en historia. Ragusa, situada en el sur de Sicilia, conquista a los visitantes con sus tesoros artísticos y arquitectónicos y sus impresionantes vistas. La ciudad se considera la máxima expresión del barroco siciliano, con iglesias y palacios elegantemente tallados, como la catedral de San Juan Bautista, la de San Giorgio y el Palazzo Zacco.

En 1693, un terrible terremoto la destruyó. Fue parcialmente reconstruida en la cercana colina de Patro. Así nacieron los dos centros habitados de Ragusa y Ragusa Ibla, el más antiguo, que no se unificaron hasta 1926 en la actual capital provincial. Construidas sobre una colina de caliza entre dos hondos valles, Cava San Leonardo y Cava Santa
En el corazón de un edificio fue sinagoga antes del terremoto de 1693, I Bianchi hace honor a un lema: Pane al pane (pan al pan). Inaugurado en 2015, es una nueva obra que enaltece la cocina siciliana. Creado de la mano de Ciccio Sultano, famoso por haber lanzado a Ragusa al Olimpo de la alta cocina con la apertura de su Ristorante Duomo entre las callejuelas barrocas de Ibla, el antiguo centro histórico de Ragusa.
¿El lugar? El sótano del Palazzo Diquattro, que representa la auténtica esencia de Sicilia, no solo por su oferta gastronómica y vinícola, sino también por su compleja historia.
Panadería, bar, restaurante y putia (tienda de comestibles), I Banchi nació, de hecho, entre las bóvedas de piedra de lo que primero fue una sinagoga y luego, tras el terremoto de 1693, se convirtió en la bodega y cochera de una residencia noble.

Esta es una basílica del gusto y las artes, en el sentido romano del término: un lugar con múltiples propósitos, desde la interacción social hasta el intercambio comercial y la administración de justicia.
Para el chef Ciccio Sultano, representa la esencia del gusto desde una perspectiva desenfadada. La referencia a la basílica, en su sentido más amplio, sugiere un espacio sagrado donde se debe celebrar la santidad de alimentos como el trigo o el aceite de oliva.

En Sicilia es tradición entre familiares y amigos poner en la mesa todo lo que se ha preparado. La misma cordialidad que encontramos en I Banchi a un precio igualmente cordial. Tres opciones disponibles: carne, pescado y vegetariano: entrante, primer plato y segundo plato se sirven juntos, seguidos del postre. Los platos cambian cada día. La cocina de I Banchi no es una propuesta cualquiera -ha sostenido el chef-, puede ser rápida, pero siempre es culta, de buena cuna, inspirada en la gran cocina y ejecutada con un cuidado ejemplar. Nuestro relato abarca milenios de historia, ingredientes y recetas que se han estratificado en la isla en el centro del Mediterráneo. Es un viaje a través del tiempo y el espacio, comenzando por la tradición y mirando hacia el futuro.
Siglos llenos de acontecimientos de los que I Banchi conserva huellas, como se puede comprobar en la antigua tina de abluciones en la sugestiva gruta con espejos al fondo de la sala, así como, volviendo a nuestros días, en las obras de arte que decoran la primera sala y están inspiradas en temas religiosos y folclore local.
La oferta gastronómica de I Banchi también narra milenios de recetas, ritos y tradiciones de la cocina siciliana. Empezando, obviamente, por el pan, el primer “mostrador" que se encuentra al entrar. Precisamente “banchi" significa mostradores de pan en español.
La cocina de I Banchi no es una cocina común, como dice Sultano, es de buena cuna, inspirada en la gran cocina y ejecutada con un cuidado ejemplar. Prueba de ello es que también podés pedir un auténtico menú degustación sin perder el gusto por una situación más informal.
Pastas, carnes, pescados y verduras, seleccionados de productores de absoluta confianza, traducidos de la gran tradición culinaria de la isla y revisados con un toque moderno.
Tras pasar los mostradores, se llega al corazón del restaurante, un espacio informal que abarca desde platos pensados para un refrigerio rápido hasta diversos menús degustación.
Se proponen numerosas recetas tradicionales, como la pasta con sardinas con azafrán, pasas e hinojo o la de tres tomates, el filete de pez limón al estilo palermo con caponata de verduras y salsa San Bernardo o la coppa de cerdo con salsa de chocolate y pera confitada, reinterpretadas con elegante modernidad por el equipo de chefs del Sultano.
Un lugar para vivir realmente todo el día, en verano en las mesas dispuestas a lo largo de la calle, y en invierno en las pequeñas salas abovedadas, perfectas desde el desayuno hasta la cena.


¿Qué importancia tiene el pan en Sicilia? Quizás tanto como el vino. De aquí nació el mito de las estaciones y del trigo, regalo de Deméter. I Banchi es, ante todo, una panadería que utiliza harinas antiguas y seleccionadas. Entre los panes merece una mención especial el Perciasacchi, conocido como espelta larga; el Rosselló del que se elabora un pan casero, de masa dura, pero más hidratada con miga suave y corteza gruesa; el pan negro de Castelvetrano, mezclado con tres harinas: tumilìa, biancolilla y rossello.
El término focacce reúne dos cosas diferentes: una pieza alta, condimentada con aceite, orégano y sal, y las empanadas saladas. Las dos que nunca faltan son la de berenjenas, jamón y queso, y la de mortadela, mozzarella, rodajas de limón y pistachos. La panadería Banchi produce naturalmente muchos tipos de scacce de Ragusa, un plato callejero típico de la ciudad, semejante a la lasagna pero hecha de masa leudada. Las versiones básicas incluyen tomate, berenjena, queso rallado y espinacas, caciocavallo.
Por último, existe una versión revisada y corregida del sfincione palermitano (una mezcla de focaccia y pizza) elaborado con cebolla cocida, puré de tomate, queso rallado y pan, pero sin las anchoas, que se sustituyen por tomates en rodajas.
La repostería es el gran consuelo y por tanto también el gran pecado de gula de los sicilianos. Cannoli, brioche con granizados de verano, galletas orgánicas, cassata, tiramisú.

La elegancia de Ragusa se condimenta perfecto con el corazón de I Bianchi, el lugar donde disfrutamos de una comida perfecta y dónde podés hurgar en cómo sería la casa de una nona sofisticada.
Más info: www.ibanchiragusa.it